El dilogún o caracol cubano, es un oráculo tan antiguo como la presencia del hombre en el continente africano, por medio de este oráculo el Santero o Santera descifra las claves de su futuro, busca la solución a sus conflictos, marca los rituales necesarios para ayudar a sus ahijados o clientes a solucionar sus problemas y ha transitar el camino de la vida esquivando los escollos que nos depara el destino.
Cuando un persona es iniciada en la Regla de Osha, que es como se llama la religión cubana de origen africano, entre las ceremonias que se realizan al iniciado está la ceremonia de Itá, en ella por medio de este oráculo el Iyabó (nombre de los iniciados) recibe los consejos, las pautas y los avisos sobre lo que será su vida futura y las cosas que debe hacer para recibir la bendición de los Orishas y evitar aquellas que impliquen sufrimiento en la medida de lo posible.
El dilogún no es ni mucho menos un puñado de caracoles que el santero utiliza, para que el dilogún hable es necesario que reciba las ceremonias sacramentales propias de la religión, pues desde tiempos inmemoriales cada dilogún de un Iyabo ha nacido del de su padrino y de no ser así el caracol no está en condiciones de hablar con quién lo consulte.
De esta forma sencilla hemos intentado poner en su conocimiento los aspectos elementales sobre este oráculo para que todo aquel que desee consultarlo tenga información sobre el mismo.