miércoles, 12 de marzo de 2014

Una reflexión sobre el los oráculos.

Sabemos que los oráculos desde los albores de la humanidad han servido de guía para el hombre, pero es necesario que nos preguntemos ¿Siempre hacemos caso a los consejos del oráculo? Da igual el método u oráculo que consultemos, desde la Cartomancia, el Tarot, las Runas, el Oráculo I-CHING, el Diloggun o cualquier otro nos dan unas pautas, marcan un camino, pero no siempre estamos dispuestos a escuchar lo que nos depara el destino a veces es difícil aceptarlo y luchamos a brazo partido con una realidad que creemos desfavorable.
En muchas ocasiones a la consulta vienen personas "afectadas por una realidad" buscan en la lectura del Tarot o del Caracol (es nuestro caso) las respuestas y cómo siempre digo los que interpretamos el oráculo podemos equivocarnos, el oráculo no, mas se da el caso muy a menudo que el consultante no quiere escuchar los consejos, no acepta su realidad, puedes ser una madre que su hijo/a ha puestos sus ojos en la persona equivocada y a veces es incluso la misma"persona equivocada", no se quiere aceptar esa realidad y en muchos casos ponen en evidencia lo que escuchan, llegados a ese punto muchos Tarotistas, Santeros, videntes en sentido general o se confunden ellos mismos o se dejan llevar por el consultante, o simplemente dicen lo que es "más oportuno" de cara al negocio, pero el tiempo pasa y estas cosas suelen pasar factura tanto de una parte como de otra.
En mi propia experiencia puedo aseguraros que muchas veces esto me ha sucedido y yo que soy (por desgracia) muy poco comercial digo lo que tengo que decir, así he perdido clientes, ahijados y hasta amigos, pero para mi satisfacción el tiempo siempre me da la razón, a veces he tenido que esperar años para que aquella persona me reconozca cuanta razón tuve, mas me es indiferente, por sobre todas las cosas confío en mi y me gusta que los demás también.
Por otra parte casi cada día me encuentro gente que quiere cambiar ese futuro, esa realidad y he de reconocer que la vida me ha demostrado que tenemos que vivir nuestras realidades, lo bueno y lo malo, porque renunciando a ellas muchas veces cerramos las puertas al sol y el sol tarde o temprano entra por la más pequeña rendija que encuentre.
Espero entiendan y aprecien mi mensaje, les aseguro que os hago este regalo desde lo más profundo de mi alma.